El centro de control de enfermedades (CDC) publicaron un artículo en el American Journal of Public Health sugiriendo que comer sano, hacer ejercicio regularmente y evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden agregar más de una década a nuestras vidas. Y los criterios no eran muy estrictos. Se podría cumplir con la definición de “ejercicio regular” haciendo ejercicio solo 3 veces por semana, e incluso “no fumé”. Tener una “dieta saludable” sólo significaba cumplir con las obsoletas y débiles pautas de la pirámide alimenticia del USDA. Sin embargo, a pesar de las definiciones laxas, menos del 5% de los estadounidenses lograron los cuatro comportamientos mínimos saludables.
Estudios anteriores que analizaron el impacto de los estilos de vida saludables en la prolongación de la vida utilizaron diferentes criterios dietéticos. El estudio ARC, por ejemplo, es un estudio que busca como “Regresar el reloj”, simplemente premió la ingesta de frutas y verduras (de hecho, la semana pasada se publicó otro estudio que muestra que el consumo de verduras puede reducir la erosión de los telómeros). El estudio Healthy Aging (HALE) también dio puntos a los alimentos vegetales, pero también penalizó a la carne o los lácteos, mientras que EPIC midió los niveles de vitamina C en la sangre de las personas, un indicador decente de una alimentación saludable, ya que es un nutriente que se encuentra casi exclusivamente en las plantas.